Sobre la fuerte personalidad de la escritora estadunidense, las legendarias reuniones en su casa de París a las que asistieron grandes plumas, su peculiar estilo narrativo...
Después de años de reclusión en un hospital psiquiátrico, diagnosticada erróneamente con esquizofrenia, y habiéndose salvado de que la sometieran a una lobotomía, llegó a ser candidata al Nobel de Literatura.
La tragedia la persiguió infatigable, casi apasionadamente, pero de los infortunios tomó sólo la belleza y desechó el patetismo; en eso radica su grandeza.